Veces después, de repetir una visita
que triste es mendigarla cuando se la necesita
aumentando cada día la esperanza
de renovar contigo la confianza.
Así lo hago, cuando la suerte ruda
como hoy perturba de mi hogar la calma
invoco el nombre de mi madre amada
entones siento que se ensancha el alma
elevando mi plegaria hasta el cielo
porque ese será mi último anhelo.
A.A.A.
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